jueves, 16 de junio de 2011

Tomate rallado


A veces la gente se complica a solas, o sencillamente, sigue los procedimientos que aprendieron sin cuestionarse si se pueden mejorar. Veamos, por ejemplo, una receta de la socorrida salsa de tomate. De este enlace copio:

Cogemos los tomates y los limpiamos bien bajo un chorro de agua fría. Les vamos a quitar la piel así que tenemos que hacerles un corte en cruz en la base y los escaldamos durante unos 30 segundos. Tiempo suficiente que nos permitirá quitarles la piel sin problemas. Después los cortamos por su ecuador y les quitamos las pepitas y agua de más.


En primer lugar, por lo general es mentira que escaldando el tomate 30 segundos se desprenda la piel. Para ello el tomate debería estar muy maduro, casi como para tirar a la basura. Normalmente tardas dos minutos. Pero esto es una cosa pequeña comparado con el tiempo que tradas en calentar el agua. Tienes que poner una olla grande (para que los tmates grandes quepan con holgura) y esperar hasta que hierva. Como mínimo pierdes media hora.

El tomate tiene pepitas, por lo que es, en realidad, una fruta. Y como todas las fruta, almacena gran parte de las vitaminas en la piel. Ya por eso deberías considerar rallarlo en vez de pelarlo. Además, si lo rallas, no es necesario que esté muy maduro. Con que esté simplemente maduro vale.

La imagen es de esta web. La cita es de la misma web.

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